En Dundee, Escocia, la doctora Vaishnavy Laxman decapita accidentalmente a un bebé dentro del útero de su madre durante el parto. El bebé era prematuro y venía de nalgas, la doctora tendría que haberle practicado una cesárea de urgencia pero en lugar de esto, intentó llevar a cabo un parto vaginal.

Laxman pidió a la mujer de 30 años que empujara mientras ella practicaba la técnica en la que aplicaba la tracción a las piernas. Esto provocó que las piernas, los brazos y el torso del recién nacido se despegaran y la cabeza se quedara inmóvil dentro del útero de su madre.

Posteriormente varios médicos practicaron una cesárea para extraer la cabeza del interior. y la "volvieron a unir" al cuerpo del pequeño para que su madre pudiera abrazarlo por última vez.

Ahora el caso está siendo examinado por un tribunal de médicos en Manchester. En una de las sesiones se escuchó que la doctora siguió con un parto vaginal aunque el cuello uterino de la paciente no había dilatado más de cuatro centímetros, según informa The Independent.

La madre se encontró en los tribunales cara a cara con la ginecóloga y aseguró que no iba a perdonarla. Explicó también cómo ocurrieron los hechos. "Cuando me llevaron a la sala de partos, nadie me contó lo que estaba pasando. Mucha gente estaba hablando, seguían diciendo que el bebé tenía que salir, pero nadie me miró a los ojos y me dijo lo que iba a pasar", explicó. "Recuerdo que me dijeron que tenía dos o tres centímetros de dilatación y que empujara. Nadie dijo que no iba a tener una cesárea. Mientras esto sucedía, estaba sufriendo".