Lona Beattie, una joven británica de 18 años, se da cuenta de que padecía anorexia ya que apenas consumía 200 calorías diarias, por lo que decide ir al médico para recibir algún tipo de tratamiento.

El médico que atendió a la joven se negó a tratarla alegando que "no estaba lo suficientemente delgada" pese a los 31 kilos que pesaba. Beattie se vio obligada a dejar la universidad debido a su enfermedad y continuó perdiendo peso.

La joven asegura que cuando acudió en busca de ayuda su índice de masa corporal era de 18,1, el nivel más alto del 'peso bajo'; sin embargo, pese a ese dato, le dijeron que su IMC no era lo suficientemente bajo.

Según informa el diario 'Metro', Beattie tuvo que ser hospitalizada en una institución psiquiátrica a sus 19 años, y según relata ella misma lo recuerda como una horrible experiencia que se podría haber evitado.