Estos días el puchero la sopa o los turrones no han faltado en casi ninguna mesa, y ahora llega el roscón.

"Se come por comer, si una mesa no está llena hasta los topes, parece que no es Navidad, que no disfrutamos", comenta María Dolores Saavedra, especialista en endocrinología, nutrición y genética.

Es el diagnóstico de muchos especialistas. 2017 termina con el estómago lleno y más de la mitad de los españoles por encima de su peso.

Grasa que se acumula, que genera más apetito y que se resiste a desaparecer porque según los médicos. "Llega un momento que la grasa abdominal se inflama y la lipoinflamación hace que la grasa se autoperpetue" añade Saavedra.

Aseguran endocrinos y nutricionistas que hay pacientes que no son conscientes de que la obesidad es una enfermedad. Enfermedad que provoca diabetes, hipertensión o ictus y que se ven agravadas por el creciente sedentarismo.

"Unos 20 millones de españoles reconocen que apenas hacen ejercicio. Las excusas tradicionales son el trabajo no me deja tiempo o que las obligaciones familiares no me permiten hacerlo", explica Francisco Valencia, portavoz de Vivaz Seguros.

Dos días a la semana es el objetivo que se marcó Aurora para ponerse en forma: "Día a día salgo corriendo a llevar a los niños al colegio y al trabajo y suelo hacer ejercicio dos veces por semana e intento, por ejemplo, martes y jueves para repartirlo un poco más".

Lo hace con la ayuda de una entrenadora personal, Daniela Coronel, quién explica por qué muchos fracasan en su intento: "Marcarte metas realmente sean válidas, no puedes pedir bajar 20 kilos en un mes. Mucha gente va al gimnasio, paga la cuota del año porque dice que así se obliga a ir y después lo dejamos a mitad o al trimestre".

La clave está, dicen los médicos, en que no se trata de comer menos, sino de comer mejor.