Una mujer de Missouri, ha sido acusada de matar a su hija adolescente que padecía autismo. Los restos de la niña han sido encontrados en un pozo a unos 500 metros de la casa donde vivían.

La mujer también está acusada de manipular pruebas físicas, según ha señalado el fiscal del condado Ozark, John Garrabrant. Los hechos tuvieron lugar el 18 de julio en la casa donde residía la mujer con su marido. Según Associated Press, Rebecca informó de un incendio en su propiedad, asegurando que se quemó al intentar salvar a su hija de las llamas. Sin embargo, no permitió a los bomberos hablar con la niña.

Dos días después, Rebecca señaló que su hija había desaparecido y añadió que había huido tras sentirse culpable por el incendio. Después de varias búsquedas en la propiedad, aparecieron dientes humanos, un cuchillo y 26 botellas de lejía, que se pueden utilizar para acelerar la descomposición de los tejidos corporales. Los restos humanos fueron encontrados en un pozo próximo a la casa.