La Policía Local de Sevilla ha detenido a un varón de algo más de 20 años de tras colisionar contra un contenedor conduciendo ebrio un coche robado, y al que se le atribuyen sendos presuntos delitos de robo y contra la seguridad vial. Además, cuenta ya con otras 42 detenciones, 16 de ellas al estar reclamado por numerosos juzgados y siete de ellas por robos.

Según ha informado el Ayuntamiento hispalense, los hechos tuvieron lugar cuando un patrulla de la Policía Local escuchó un comunicado informado de que un vehículo había colisionado contra un contenedor en la calle Albérchigo, tras la iglesia.

Dada su cercanía, llegaron casi al instante, y observaron un vehículo que había colisionado contra el bordillo, estaba subido al acerado y tenía daños importantes en el eje delantero, en tanto que el conductor, que presentaba signos de embriaguez, "se estaba echando colonia para disimular el olor a alcohol".

Posteriormente, él mismo reconoció que además de alcohol había tomado varias sustancias prohibidas como cocaína, éxtasis y trankimazin, arrojando un resultado positivo en alcohol que casi sextuplicaba el máximo permitido en la prueba de despistaje, negándose posteriormente a realizar la de precisión.

El detenido, que dado su estado alternaba momentos de tranquilidad con otros de "gran agresividad", dijo a la Policía Local mientras inspeccionaban el interior del vehículo: "No os voy a mentir, en el hueco de la rueda de repuesto he metido todas las herramientas que uso para robar y en la mochila también llevo la ropa para robar", por lo que los agentes localizaron numerosas herramientas como una maza, punzones, palanquetas, alicates de corte o tijeras, así como tres pares de guantes, una gorra y ropa de distinto tipo. Además, hallaron más de una decena de gafas, con sus etiquetas, cuyo precio rondaba los 1.500 euros.

En el lugar se personó una mujer que resultó ser la propietaria del vehículo, manifestando que aún no había denunciado su robo, ya que fue escasas horas antes, y que se había dado cuenta al ver que la puerta de su domicilio estaba abierta, que su hijo estaba dormido y que le faltaban las llaves del vehículo. Una vecina le avisó de que se lo habían llevado, por lo que los agentes procedieron a la detención del joven.