La Fiscalía investiga los hechos, que habrían sucedido la semana pasada y al detenido se le ha impuesto, como medidas cautelares, una orden de alejamiento de 150 metros de las tres víctimas y a seguir un tratamiento terapéutico.

Los hechos se supieron cuando los niños explicaron lo sucedido a sus padres y el pasado lunes, han confirmado los Mossos d'Esquadra, detuvieron al adolescente.

En la vistilla, el fiscal solicitó el internamiento en régimen cerrado con un tope de seis meses y una orden de alejamiento y comunicación, según avanza el 'Diari de Tarragona'.

La abogada del detenido se opuso a la medida, porque no había habido exploración de las víctimas y al entender que no existían pruebas concluyentes, aunque el equipo técnico lo evaluó como de elevado riesgo por problemas de maduración y de trastorno ansioso.

Este equipo aconsejó internamiento en régimen semiabierto, pero a pesar de los indicios, el juez decidió esperar "nuevos indicios y del resultado de las diligencias de investigación que se lleven a cabo durante la instrucción".

El juez tiene en cuenta que el entorno familiar del adolescente es adecuado, que es deportista, buen estudiante, y no se aprecia riesgo de reiteración ni de fuga.

Los hechos han provocado tensión en plena fiesta mayor del municipio y algunos de los padres de las víctimas tuvieron que ser atendidos por ataques de ansiedad.