La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial a un vecino de Molvízar, Granada, de 51 años, como presunto autor de un delito de maltrato animal al descubrir que estaba dejando morir de hambre y de sed a uno de sus perros.

La patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Motril descubrió en una inspección rutinaria, en un cortijo del término municipal de Molvízar, que el vecino ahora investigado poseía 18 perros de raza dogo argentino, sin microchip, cartilla sanitaria y las mínimas medidas higiénico sanitarias.

Los agentes encontraron a uno de esos perros "con numerosos tumores, extremadamente delgado, abandonado en un cubil sin comida ni agua y sin haber recibido el más mínimo cuidado veterinario".

El investigado ha reconocido que abandonó al perro porque ya no le servía para cazar habiendo recogido el can la Guardia Civil que lo ha dejado "en depósito en un refugio de animales para que el perro pueda ser alimentado y reciba tratamiento veterinario".