La policía Eustis, en Estados Unidos, detuvo a una anciana de 93 años después de que no pagara la cuota de su residencia durante los últimos tres meses. Cuando las autoridades llegaron al lugar, la mujer, según recoge The Independent, se negó a abandonarlo repitiendo en varias ocasiones: "No iré a ningún lado".

Finalmente, la Policía sacó a la mujer de allí, pero Juanita no quiso dar los datos de ninguno de sus familiares, y según las autoridades, también se negó a quedarse con una de las enfermeras que trabajan en el centro.

Vestida con un mono naranja en la cárcel, con hematomas en los brazos y con las esposas alrededor de sus muñecas, Fitzgerald negó las acusaciones de que no quiso pagar el alquiler porque pensaba que iba a morir pronto, tal y como dijo una de las enfermeras.

Tras pasar dos días encerrada, Juanita pudo abandonar el centro de detención del condado de Lake y pasar su 94 cumpleaños con un amigo.