Esta operación se realizó para disminuir la demanda de servicios de prostitución y se centró directamente en quienes solicitan sexo por internet. "Lo único que hicieron los agentes fue esperar a que el teléfono sonara y pactar un encuentro con la persona interesada en pagar para mantener relaciones sexuales", agregó González.

Según explicó el jefe policial, solicitar sexo a cambio de dinero es una acción considerada como delito bajo el código procesal de Texas y puede conllevar como castigo una detección efectiva de hasta seis meses y 2.000 dólares de multa.

"No es necesario ahora esperar a que el delincuente contrate en persona los servicios de una prostituta para que nosotros, como agentes de la ley, le atribuyamos cargos", indicó. González señaló que otro de los objetivos de la táctica empleada de publicar anuncios en internet es disminuir el tráfico de personas en el estado, especialmente jóvenes que son obligadas a prostituirse.

Instó a las víctimas de abuso sexual y de tráfico de personas a denunciar a sus captores y a quienes las obligan a trabajar en las calles. Texas registra anualmente más de 300.000 casos de tráfico humano, de los que 79.000 se refiere a menores de edad, según un estudio del Instituto de Violencia Doméstica y Asalto Sexual de la Universidad de Texas, en Austin.