En una escuela infantil de Carolina del Norte, dos cuidadores sujetaron los zapatos de un bebé de apenas 17 meses con cinta aislante. La madre de la niña, Jessica Hayes, al llegar a casa se los quitó y se percató que tenía marcas y moratones en los tobillos.

Indignada con la situación, subió una fotografía a sus redes sociales a modo de denuncia. Una publicación que pronto se difundió y que ha motivado el despido de los dos cuidadores.

El centro, a través de su directora Maehsell Marley, asegura en una nota que "Pleasant Hill Day Care de ninguna manera aprueba ni permite ninguna práctica que pueda ser dañina para un niño".

Las imágenes en las que se ven los pies de la pequeña enrollados en cinta adhesiva ya han sido borradas de su perfil de Facebook. Además, tras recibir la disculpa por parte de la directora, la madre ha decidido volver al centro.