La investigación ha comportado la detención de 11 personas en distintas poblaciones de la provincia de Barcelona y cinco registros en inmuebles situados en las localidades barcelonesas de Sant Vicenç del Horts, Sant Pere de Ribes, Viladecans y Sant Celoni.

En la llamada operación "Áliga", la Guardia Civil empezó a seguir los pasos de los supuestos narcotraficantes tras detectar una embarcación que costeaba a poca velocidad en las aguas marítimas próximas a L'Ametlla de Mar (Tarragona).

Los agentes establecieron un dispositivo de vigilancia y descubrieron, ya en la playa, a un grupo de personas que estaban descargando mercancía desde la embarcación neumática a un vehículo que tenía las puertas abiertas y varios bultos empaquetados en su interior.

Ante la presencia policial, los presuntos narcos huyeron a nado hasta la embarcación, aprovechando la oscuridad de la noche, y dejaron abandonados el vehículo con los fardos, que según comprobó la Guardia Civil sumaban 716 kilos de hachís.

La incautación de esta droga permitió a los agentes abrir una investigación para detener a los narcotraficantes y, en el transcurso de las pesquisas, el pasado mes de diciembre dieron el alto a un vehículo sospechoso que circulaba por la A-7.