Hay disfraces que asustan menos que las cámaras, porque el miedo es subjetivo. Puede aterrorizarnos un predictor que da positivo o un millennial frágil y ofendido. El terror es libre. España vende un 50% más que hace cinco años, y de ahí el auge de las fiestas temáticas. Con lo básico: "sustos, monstruos o alguna tripilla", ha señalado uno de los que han acudido a las fiestas de Halloween.

En disfraces, maquillaje, decoración, nos gastamos "unos 12 euros por niño", según una madre."15 euros como mucho. Latex casero, todo casero", ha añadido otro padre. "Nos solemos gastar unos 100 euros más o menos. Herramientas como cuchillos o así ya los tienen de unos años para otro", ha señalado otro padre.

Y ya se disfraza el 22% de los españoles. Este año lo haría algo más de uno de cada cinco. La actualidad también aterra. Una tienda de disfraces hizo un referéndum: ¿qué disfraz querían que fabricaran? El de El Cordobés, el hijo de la Tomasa, o el de Puigdemont fueron los más demandados. Este último arrasó en votos y el disfraz, a 40 euros, se puso en venta.