Un puñado de texanos libra una agónica batalla contra los elementos. En este 'pickup' familiar, volcado por una de las violentas tormentas del fin de semana, queda atrapada una bebé. La riada lleva tanta fuerza que impide abrir las puertas del vehículo.

Aún entre rayos y truenos, por fin sacan a la pequeña, desvaída y con síntomas de asfixia. "Estaba completamente blanca, y sus ojos no mantenían la mirada", cuenta un testigo de las improvisadas labores de socorro.

Ante la imposibilidad de que una ambulancia llegue a tiempo, otro testigo señala: "Se nos muere, si no empezamos a reanimarla ya, se nos muere". Los vecinos se encomiendan a las alturas y empiezan con la reanimación cardiopulmonar sobre el capó de otra camioneta. Al lado, su hermano, al que habían rescatado antes.

Tras unos angustiosos momentos, la pequeña recupera el aliento. Ahora se recupera en un hospital cercano. Esta pequeña le debe la vida a la solidaridad y arrojo de sus vecinos.