El suceso ocurrió cuando, según López, unos cazadores estaban alrededor del santuario "y de repente todas las ovejas y cabras salieron en estampida aterrorizadas, y cuando nos dimos cuenta de lo que había pasado, ya era demasiado tarde, un perro de los cazadores entró por debajo del pastor eléctrico y mató a Nadia", nombre que le habían puesto a la oveja.

Nadia es una oveja que fue rescatada de una granja de Lleida donde las tenían en unas condiciones pésimas y que las autoridades cerraron. "Quisimos darle un futuro, pero ese futuro se lo han quitado los cazadores que no respetan el trabajo que hacemos en el Santuario", ha lamentado el cuidador de animales.

"Estamos cansados de que nadie proteja el trabajo que hacemos en los santuarios. Estamos cuidando y recuperando animales de los que las autoridades deberían hacerse cargo, y sin embargo lo hacemos nosotros sin ningún tipo de ayuda ni protección", se ha quejado López.

Según el cofundador del refugio de animales Gaia, hace unos meses se reunieron con el ayuntamiento de Camprodon y las asociaciones de cazadores de la zona, "pero la única solución que dieron fue la de enviarnos un whatsapp antes de comenzar a cazar alrededor del santuario, cosa que no nos sirve de nada ni nos protege, como ha sucedido con el asesinato de Nadia".

En este refugio de animales, llegan ejemplares de granja que han sido abandonados, maltratados o explotados, con graves problemas de salud mental y física. "Dedicamos mucho trabajo cada día para la recuperación de cada uno de ellos, y en una sola mañana de caza alrededor del santuario, o incluso dentro, porque muchas veces han entrado dentro de nuestro terreno a cazar, echan a perder todo el trabajo que realizamos. Intentamos que recuperen la confianza en el humano y por culpa de los cazadores viven aterrados", ha abundado López.

Por este motivo, los responsables del refugio han hecho un llamamiento a manifestarse el próximo domingo, ante el ayuntamiento, para exigir que se respete un perímetro de seguridad alrededor del santuario en el que no se pueda cazar, "como ya ocurre en otros santuarios".