Según informa este
cuerpo de seguridad, el hombre se presentó con evidentes síntomas de haber consumido
alcohol y sustancias estupefacientes. El individuo, de 33 años y nacionalidad
marroquí, que ya es conocido por la policía al acumular diversos antecedentes,
acudió a las 23:30 horas en la comisaría muy exaltado, por lo que los agentes
le dijeron que calmara y que se fuera a su casa.
El hombre, que
denunciaba que un traficante no le vendía droga, se marchó, pero a los pocos
minutos los agentes oyeron un ruido y vieron que había ido a buscar su coche,
un todoterreno Nissan X-Trail, y que empezaba a subir la rampa que da acceso al
edificio policial.
Mientras circulaba, se
llevó por delante una de las dos pilonas que protegen la entrada de la
comisaría y los Mossos le detuvieron como presunto autor de un delito de daños
y de otros de atentado a agente de la autoridad.
El detenido pasó la
noche en los calabozos de la comisaría de Figueres y, el sábado por la mañana,
el juzgado de Instrucción de guardia de la capital del Alt Empordà le hizo un
juicio rápido.