Adosados sin estrenar, edificios enteros sin acabar, y hasta un hotel spa de cuatro estrellas. De aquel lujo ya no queda nada, ahora es un lugar insalubre que da miedo.

Desvalijado y saqueado, se ha convertido en un vertedero. En la comarca de La Vega Baja hay decenas de construcciones abandonadas que están siendo desvalijadas. Otra víctima de la crisis es un bloque de viviendas en Almoradí y una urbanización de lujo en Callosa de Segura.

Lo mismo ocurrió en un residencial de Orihuela, una fase sin terminar y otra acabada pero saqueada. Y a tan sólo 10 km., en Cox, un esqueleto de cemento comparte calle con otra urbanización desmantelada.

Es la zona más castigada por la resaca del cemento. Hay tres construcciones abandonadas. Las consecuencias de una época de especulación de la que sólo quedan escombros.