Una anomalía psíquica, una enfermedad contagiosa y un auténtico vicio. Así define la homosexualidad Jesús Calvo. El párroco de nueve iglesias del Burgo Ranero, en León no se muerde la lengua ni en casa, ni, según los vecinos, alguna que otra vez en misa.“Hay vicio por dar gusto a todo, como hay quien prueba el puenting u otros deportes peligrosos en los que se juegan la vida. Cuando caen, hasta se lo merecen, porque están desafiando a las leyes de la naturaleza”.

Jesús dice que los gays desafían a las leyes de la naturaleza porque no son normales, carecen de madurez y están acomplejados.“Que no hagan propaganda en los medios de comunicación diciendo que eso es algo normal, porque es una anormalidad, si no es un monstruo, el hombre tiende a la hembra y el hembra al macho”.

Para este cura, “la homosexualidad no se nace con ella, se hace y se hace por complejos de inferioridad”. Del matrimonio homosexual no quiere ni oír hablar, ya que afirma que “el hombre tiene que ser un caballero que haga feliz a la reina de la casa”. Este cura defiende que debido a la homosexualidad “se está reduciendo la raza, por la falta de hombría”

Y este párroco, ensalzador del franquismo, amigo, dice, de Tejero y autor de este estudio en defensa de la pena de muerte, tampoco está de acuerdo con la forma de hacer del papa Francisco

El obispado de León dice que no se plantea tomar medidas contra Jesús, porque en la Iglesia existe la libertad de expresión. Por su parte, las asociaciones de gays y lesbianas exigen que se tipifique el delito de homofobia. Y algunos leoneses, conocedores de las ideas de su párroco, ya han optado por no visitar más la Iglesia.