Transcurridos seis meses desde la desaparición de Diana Quer, la joven de 18 años que desapareció tras asistir a las fiestas de la localidad donde veraneaba, A Pobra do Caramiñal (A Coruña), son muchas las incógnitas abiertas mientras sigue la investigación con el teléfono móvil y un correo electrónico como claves en este complejo caso.

El terminal de Diana, un iPhone de color blanco, fue la primera y única pertenencia de la joven que se halló, a finales de octubre, sumergido en el mar en una zona muy próxima al puerto de Taragoña (Rianxo), donde unos testigos habían situado a la joven madrileña el día de la desaparición, el pasado 22 de agosto, aproximadamente a unos 15 kilómetros del municipio en el que se le perdió el rastro. El mal estado del teléfono dificultó las pesquisas, a pesar de que fue sometido a un meticuloso proceso de secado y desalinización.

A día de hoy, según informan fuentes cercanas a esta causa, que sigue estando bajo secreto de sumario, el teléfono es todavía la única pista tangible encontrada, y después de meses de trabajo los expertos de la Guardia Civil no han conseguido recabar por ahora información relevante que pueda relacionarse con la desaparición de la adolescente.

Otro de los puntos en los que se ha centrado la investigación es un correo electrónico que la asociación SOS Desaparecidos recibió el 2 de diciembre y en el que se podía leer: "Hola. Estoy bien. Necesito estar un tiempo fuera de España. Saludos, Diana Quer", texto que estaba asociado a la propia cuenta personal de la muchacha. En todo caso, la Guardia Civil rechazó que Diana Quer escribiera ese correo, y consideraron que el autor podría ser un "hacker" que utilizó sus conocimientos informáticos para suplantar la identidad de la desaparecida.

Acerca del caso, Santiago Villanueva, delegado del Gobiernoen Galicia, ha apuntado que "todas las líneas están abiertas" y ha subrayado la labor de los investigadores. "Vamos a dejar trabajar a los agentes, que lo están haciendo de una forma ejemplar", ha pedido Villanueva.