Un incendio se acerca peligrosamente a una carretera por la noche. Todo es observado desde la cámara de un dron, lo que ayuda a intentar atajar las llamas por esa dirección y decidir cortar la carretera si es necesario.

Observar la evolución de los incendios de noche es el objetivo de los cuatro drones con los que cuenta el plan estatal contra incendios forestales de este verano. Volarán cuando no pueden hacerlo ni helicópteros ni hidroaviones.

Los drones también pueden ayudar al perimetraje del incendio, sacando fotografías en las que se observen hasta donde llegan las llamas. También servirán de apoyo a los brigadistas que se enfrentan cara a cara con el fuego.

Gracias a que los drones pueden volar por la noche los bomberos tendrán ayuda aérea las 24 horas y sabrán si la zonas a las que acceden para apagar el incendio son seguras o no.Gracias a los drones también podrán comunicarles por la noche si están siendo rodeados por las llamas.