Esta semana se cumple un año de la desaparición de Diana Quer en A Pobra Do Caramiñal, en Pontevedra y este fin de semana empiezan las fiestas de la localidad. A Pobra vuelve a celebrar sus fiestas aunque esta vez los vecinos dicen han notado una mayor presencia de agentes en la zona.

La policía ha vuelto a tomar declaración a los feriantes de aquella noche estaban en la verbena en la que se perdieron los pasos de la joven. Además, la investigación se centra en el análisis de los datos del móvil de la madrileña.

El desbloqueo del móvil fue el último avance en la investigación, un proceso largo que según el abogado de la madre de la joven aún continúa: "No han terminado de cruzar esos datos que habían obtenido del análisis de la memoria interna con los que ellos tenían".

Los padres de Diana denunciaron juntos su desaparición dos días después de no lograr localizarla. En octubre, los investigadores averiguaron el recorrido que hizo la joven esa noche a través de los repetidores del móvil.

Su pista se perdió en el puente en la autovía entre A Pobra y Rianxo. Ahí comenzó el rastreo de las cámaras de seguridad. Días más tarde, en la Ría de Arousa una mariscadora encontró el terminal. "Tenía un golpe grande, estaba abierto de la mitad para arriba", explicaba la mariscadora.

Más de 400 personas fueron interrogadas sin resultados concluyentes hasta el momento. El 19 de abril, el juez decidió archivar el caso de forma provisional por falta de pruebas tras ocho meses de investigación que aún continúa.