Así consta en el informe del grupo de expertos de la Dirección General de la Salud Publica sobre el caso de la bebé de tres meses notificado el pasado 27 de febrero y que se encuentra en su domicilio "restablecida y curada de forma completa", al igual que el paciente que la contagió.

El informe no ha podido determinar "el mecanismo ni el momento exacto de la transmisión ocurrida en el hospital", ha informado la Consejería de Sanidad en una nota de prensa. En cambio, sí descarta que el origen de la malaria de la menor "se produjera por transfusión de sangre o por picadura de mosquitos en el entorno de la paciente".

El Servicio Madrileño de Salud, que informó ayer a la familia de la bebé de los resultados del informe, "asume la responsabilidad de este excepcional incidente". La Consejería de Sanidad ha transmitido un "mensaje de tranquilidad a la población" al resaltar que "se trata de un incidente puntual".

Hasta el momento, no se han ofrecido más datos sobre cómo se produjo el contagio del bebé ni sobre el otro paciente que enfermó de malaria en otro país. No obstante, como estaba previsto, va a reforzar durante esta primavera los protocolos de precauciones para la prevención de enfermedades transmisibles en todos los hospitales del Servicio Madrileño de Salud.

Además, este año se publicará la primera normativa de la Comunidad de Madrid sobre seguridad del paciente, que busca "incrementar los mecanismos de prevención de incidentes". La malaria está causada por la infección del parásito del género Plasmodium y el vector implicado en su transmisión es la hembra del mosquito del género Anopheles. Durante el siglo XX, el paludismo fue erradicado de la mayoría de las zonas templadas, por lo que la enfermedad está limitada a países tropicales.

En España se eliminó en 1964, pero el mosquito vector está distribuido por el territorio y esta situación determina que sea posible la aparición de casos de paludismo autóctono