La Policía francesa afirma haber sido testigo del récord de alcohol en sangre registrado a nivel mundial. Y en nada menos que un vasco.

Según los agentes, el conductor, de 56 años, se encontraba estacionado en un carril de emergencia de la autopista A-89 sin tener consciencia de "a dónde iba ni de dónde venía", según informa el medio Soudest. Para comprobar su estado, hicieron para al protagonista un control de alcoholemia.

Dado su nivel de embriaguez, fue imposible realizarle la prueba, por lo que le trasladaron al hospital más cercano para realizar el pertinente procedimiento. Cuán sería su sorpresa cuando comprobaron que daba positivo por alcohol con 4,75 gramos por litro.

Lo máximo permitido, según la normativa de tráfico, es de 0,50. No sólo eso. Recurriendo a diversas fuentes especializadas, estas confirmaron al diario El Correo, que publica la información, que es bastante improbable que tal cifra fuera la correcta. Basan su argumentación en que, con tres gramos por litro, la persona ya corre el peligro de sufrir un coma etílico.

Suponiendo que el conductor tuviera realmente esa tasa de alcoholemia, habría presentado ante los agentes pérdida total del conocimiento y una alta probabilidad de muerte. Por ello, son muchos los médicos que consideran que las autoridades francesas erraron al efectuar la prueba.