Florencia, un cocker spaniel de dos años, sufrió en varias ocasiones el envenenamiento que su dueña le provocaba inyectándole insulina, por lo que el animal necesitaba tratamientos para evitar que el animal sufriese un colapso que le provocase la muerte.

La veterinaria, natural de Giffnock, Reino Unido ha sido despedida de la clínica veterinaria y aseguró durante el juicio que cometía estos actos "para llamar la atención". La mujer, ha sido condenada por maltrato al causarle un sufrimiento innecesario al animal, según informó 'Metro'.

El animal se encuentra realojado con una nueva familia tras confirmarse las acusaciones contra su dueña, donde se encuentra en buen estado de salud y no ha vuelto a estar enfermo desde entonces.