Un juez de un tribunal de la ciudad británica de Birminghan ha condenado al cirujano por su comportamiento mientras operaba a dos pacientes para un trasplante de hígado. "Las dos operaciones fueron largas y difíciles, y admito que en ambas ocasiones usted estaba cansado y estresado y que esto podría afectar a su juicio. Su conducta proviene de una arrogancia profesional de tal magnitud que limita con un comportamiento criminal", dijo el juez Paul Farrer.

"Ha abusado de su poder y traicionado la confianza que estos pacientes depositaron en usted", dijo el juez. Simon Bramhall se declaró culpable de dos cargos de agresión por escribir sus iniciales 'SB' en el hígado de dos pacientes bajo anestesia, sin su consentimiento, durante las intervenciones en el Hospital Queen Elizabeth de Birmingham en 2013.

Para hacer esto, usó un láser de gas argón, un instrumento usado en cirugía para prevenir el sangrado. Las iniciales fueron descubiertas durante una operación de seguimiento de una de las víctimas, según medios británicos.

"Este es un caso extraordinario y complejo", dijo el fiscal Tony Badenoch durante la audiencia, diciendo que era un "caso legal sin precedentes en el derecho penal". "La declaración de culpabilidad es la aceptación de que lo que hizo no solo fue poco ético, sino también punible penalmente", agregó. Sus acciones fueron "deliberadas y conscientes", dijo Badenoch.