Con dos hijas pequeñas, Miguel Ángel se quedó al mismo tiempo sin su mujer y sin trabajo. Tiene muy claro lo que piensa de Privalia y de sus ex jefes: "No tienen escrúpulos desde mi punto de vista". La empresa de venta por Internet lo despidió diez días después de contar que su esposa se moría por cáncer de mama terminal. No por escrito pero el motivo de su cese se lo comunicaron: "Internamente, de palabra me dijeron que era por el tema de mi mujer".

Miguel Ángel había agotado sus días de vacaciones cuidando de su mujer. "Hubo un momento en el que empezó a empeorar y yo me iba cogiendo días de vacaciones para acompañarla", aseguró Miguel Angel. Cuando ya no había cura para ella llegó la carta de despido. Lo acusaban de ocasionar unas pérdidas a Privalia de más de 50.000 euros.

"En el acto de juicio fue evidente que no se aportó ninguna prueba, que era simplemente el andamiaje argumental que intentan construir para trata de justificar algo que era injustificable", ha señalado Nacho Parra, abogado de Miguel Ángel. La sentencia considera que se vulneraron los derechos fundamentales del trabajador y que hubo discriminación por sus circunstancias personales.

El juez establece una multa para la compañía de 15.000 euros por daños morales y el sueldo de los meses que tardó en encontrar otro trabajo. Privalia, que va a recurrir, no ha querido dar su versión a laSexta Noticias.