La Audiencia de Barcelona ha condenado a un hombre a tres años y medio de cárcel y a otros cinco de libertad vigilada por intentar violar a la hija de su casera mientras se alojaba en una habitación en su domicilio de Barcelona.

En su sentencia, la sección 21ª de la Audiencia de Barcelona condena al procesado por un delito de violación en grado de tentativa y le prohíbe acercarse a la víctima a una distancia inferior a mil metros y a comunicarse con ella.

Según cree probado la sentencia, el acusado abordó a la hija de su casera en enero de 2014, en el domicilio de Barcelona en el que residía junto a la víctima, de 19 años, y su madre, que le tenía una habitación alquilada.

El procesado dio un empujón a la víctima para echarla sobre el sofá de la vivienda e intentó violarla, lo que no consiguió porque la joven se resistió y porque le alarmó que sonara el teléfono fijo de la vivienda.

El acusado alegó ante el tribunal que la denuncia de violación había sido instigada por la madre de la víctima, como represalia por su intención de dejar la habitación alquilada, pero la Audiencia da credibilidad a la versión de la joven por su "posición congruente" a lo largo del proceso.