Por conformidad de las partes, se considera probado que, entre finales de septiembre y principios de octubre de 2010, la mujer, residente en Tudela, cuando se encontraba embarazada de cuatro o cinco semanas, consultó en internet sobre procedimientos abortivos.

Así, compró un medicamento prescrito para el tratamiento de la úlcera duodenal, pero que frecuentemente es utilizado como método abortivo, que se introdujo en varias ocasiones por vía vaginal.

Como consecuencia de ello, el 13 de octubre, tras sufrir fuertes dolores abdominales y sangrados, acudió al hospital Reina Sofía, donde se le practicó un legrado por haberse causado el aborto.

Por estos hechos, se condena a la mujer a una pena de 6 meses de multa, con una cuota diaria de 5 euros (un total de 900 euros), con la responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación de libertad por cada dos cuotas de multa impagadas.