Iba a ser una noche divertida y acabó siendo una pesadilla. Miguel (un nombre ficticio) volvía de una boda con su novio en el coche de otros invitados. Dentro del vehículo, el copiloto propone contratar los servicios de una prostituta. "Nos dijeron 'vámonos de putas y acabamos con la fiesta', y les dijimos que nosotros eramos gays", explica Miguel.

Allí empezó el discurso del odio por parte de uno de los ocupantes del vehículo: "Comepollas, maricones, hijos de puta, me cago en vuestra cara... os voy a matar". Una pareja gay demuncia una brutal agresión "Mi pareja empezó a recibir los primeros impactos con el coche en marcha", añade Miguel. Cuando consiguieron zafarse el copiloto volvió a pegarles una y otra vez: "Cuando salí comencé a recibir también puñetazos y bofetones, a parte de los insultos".

Los delitos de odio por orientación e identidad sexual han aumentado en solo un año un 36%. En Madrid, hace solo unos días se produjo una agresión a una mujer trans en el parque madrileño de San Isidro.

"La empezaron a llamar 'Manolote', travelo, maricón, y entonces ella empieza a evitar a estas personas. Como ven que no les está haciendo caso e intenta evitarlos, lo que hacen es empezar a tirarle piedras", explica Violeta Herrero, vicepresidenta de COGAM.

La Policía Nacional identificaba en ese mismo lugar a los supuestos agresores, cinco de ellos menores. "No estamos hablando de nada más que de educar sobre el respeto, que es lo que no se está haciendo con las personas trans. Respetar la identidad de las personas trans", apunta Herrero. Una muestra más que, según ellos, pone sobre la mesa la necesidad de que el Congreso apruebe una ley LGTBI de igualdad.