Padres y alumnos han seguido la técnica del 'dobla dobla' antes de acudir a la protesta en un instituto de Valdemoro, pero por muy dominada que la tengan, en el centro echan humo por el calor.

Para ellos, esa solución casera que les daba el consejero de Sanidad madrileño es prueba de que no les toman el serio, y por ello han decidido terminar antes las clases aprovechando la decisión de la Comunidad de Madrid de permitir que los centros reduzcan horas lectivas.

Sin embargo, recuerdan que esto no es solución en unos centros deficientes y masificados. "El centro sigue recibiendo cada año alumnos por encima de su capacidad", dicen desde el centro.

Lo mismo reivindican en Castilleja de la Cuesta, en Sevilla, donde se les desmayan los niños con síntomas de calor. La Junta dice que va a actuar y que estudiará cada caso.

Urgente es también la situación en algunos puntos de Cataluña. En Igualada, los niños tienen que trabajar con la luz apagada y tienen cuatro ventiladores para 18 clases.

Si los sindicatos recomiendan que los adultos no trabajen por encima de los 27 grados, estos valientes lo están haciendo con unas temperaturas que no bajan de los 30.