Las manifestaciones islamófobas no se han hecho esperar, en el mismo paseo de Las Ramblas donde ocurría el ataque, grupos ultraderechistas gritan su repulsa a los musulmanes. Mientras, en las mezquitas dedican el rezo a las víctimas de un atentado que la comunidad islámica condena rotundamente. "La Comisión islámica de España expresa su más enérgica condena y repulsa por el atentado terrorista cometido hoy jueves en Barcelona", escribe la comunidad islámica en un comunicado.

Una repulsa a la que se han unido desde centros culturales islámicos de muchas comunidades. "Condenamos de la manera más rotunda estos hechos criminales", dice Halid Nieto, portavoz de la comisión islámica de Sevilla.

Se sienten dolidos, dicen, con el rechazo social: "Nosotros no somos terroristas, nos ofenden estos señores ante el islam", afirma Zaid Muti, un musulmán que lleva 50 años en España. Temen que haya represalias contra ellos ante las amenazas como las que han aparecido en la puerta de una mezquita de tarragona: "Vais a morir putos moros".

"Hay cierto miedo, en cualquier momento algún chiflado no musulmán, puede cometer una locura contra los musulmanes", comenta Mounir Benjalloun, presidente de la federación española de entidades religiosas islámicas (FEEERI). "Ya empiezan las miradas, las acusaciones, las publicaciones en redes sociales", dice Lamia Al-Naddaf, portavoz de la comisión islámica de Valencia.

Pero en las redes sociales también ha habido una ola de apoyo a los musulmanes con el hastag #YoTeAcompaño. "Si eres musulmán. #YoTeAcompaño si necesitas ir a algún lado, si tienes miedo por lo que pueda pasar tras Barcelona", escribe @SrCubaLibre en un tuit.

Un miedo y un rechazo social que, según los expertos, es uno de los objetivos de los yihadistas radicales. "Ya están consiguiendo reclutar a más jóvenes musulmanes que se sienten descolocados y atacados injustamente", dice Pedro Rojo, presidente de la Fundación Al Fanar.

Y recuerdan que ellos, los musulmanes que lloran a las víctimas de la ciudad condal, también lo son, porque ocho de cada diez asesinados a manos de radicales, son musulmanes.