En España hay despachos que se dedican desde hace caí una década a la gestación subrogada en el extranjero. Quieren que se regule en España como se hizo con la donación de óvulos, y que tenga una compensación económica porque "no entiendo el problema de que se compense a una mujer por su capacidad de gestar", explican desde uno de ellos.

Su bufete trabaja sólo con EEUU, pero las asociaciones advierten de los peligros de que en España no esté permitida, ya que "están surgiendo muchas agencias que se ofrecen a llevar a familias españolas a países donde la regulación no es tan protectora como sería deseable y en algunos casos lo que buscan es el negocio propio".

Porque son muchas las familias que no se pueden permitir los precios de los países más garantistas. En Estados Unidos el proceso puede costar hasta 150.000 euros, así que legislar acabaría con el problema de personas que no pueden ir allí por dinero.

Sin embargo, desde el colectivo 'no somos vasijas' se denuncia que "se convierte a la mujer en un recipiente reproductor a favor de terceros, es la cosificación total y absoluta". Una comercialización por la que denuncian que la mujer tiene que renunciar por contrato al niño que ha gestado durante 9 meses.