En España hay 1.200 mezquitas y cada una debería tener un imán formado. Mounir Bentelloun, presidente de la Federación Española de Entidades Religiosas, explica que "hay 30 imanes preparados y ahora mismo ejercen como imanes en muchas mezquitas".

Muchos colectivos de musulmanes en España achacan la radicalización en las mezquitas a la falta de profesionalización de los imanes. "El asunto es muy serio, no cualquier persona que ha escuchado algo de sus padres o abuelos puede decir que es imán", sostiene Sami El Mushatwi, portavoz del Centro Cultural Islámico de Madrid.

Pero es la comunidad de la mezquita quien elige al imán y en España por falta de recursos cogen al que más se adapte al presupuesto sin importar la formación. Así, en la gran mayoría de mezquitas escogen imanes venidos de Arabia Saudí, Marruecos o Egipto que no conocen bien el idioma ni la cultura española.

Taoufik Cheddadi, investigador de Ciencias Islámicas, asegura que "a veces hay hay imanes que no se sabe de dónde provienen ni qué discursos van a lanzar, nuestros hijos están en sus manos".

Esto provoca el descontrol de muchas mezquitas, de hecho la Federación Española de Entidades Religiosas Islmámicas ha detectado casos peligrosos. Mounir Bentelloun, el presidente de la Federación Española de Entidades Religiosas, añade que "hay algunos imanes que han venido de fuera que han emitido fatuas sobre algunas cosas penalizadas en España".

Francia o Bélgica ya han impulsado sistemas de oficiales de formación de imanes para intentar frenar la radicalización. Por eso el imán de Ripoll no pudo ejercer en Bélgica al no hablar bien el idioma y no presentar el certificado de antecedentes penales. Un filtro que no tuvo que pasar en España.