En la denuncia se explica que el afectado estando en su trabajo se sintió indispuesto por lo que acudió a una farmacia para tomarse la tensión y que allí le aconsejaron que acudiera al hospital, según la denuncia.

El hombre ingresó el 11 de enero de 2018 sobre las 12:00 horas y se quejaba de fuerte dolor de cabeza, desorientación y tensión alta, se explica en la denuncia presentada por el letrado que representa a la familia, Francisco Damián Vázquez, de la Asociación El Defensor del Paciente en Málaga.

Los facultativos le hicieron varias pruebas como analítica, electrocardiograma, tras lo cual le indicaron que permaneciera en la sala de espera de urgencias hasta tener los resultados.

Al no recibir noticias los familiares, se preocuparon ya que no atendía ni a llamadas ni mensajes, por lo que llamaron a su trabajo para ver si había regresado y le indican que no.

Al parecer dichos familiares llamaron al hospital y les dijeron que el paciente se había dado a la "fuga" o había abandonado urgencias y que no sabían nada de él por lo que éstos siguieron la búsqueda y acudieron al domicilio, donde tampoco estaba.

"Desesperados por la situación", según la denuncia, los hermanos decidieron acercarse al hospital, donde otros pacientes les informaron que su hermano había estado varias horas en la sala de espera, sin atención médica, "como adormilado".

Al parecer sobre las 17:30 horas, un testigo que había en la sala de espera avisó a un celador, que comprobó su nombre en la pulsera que portaba.

En la denuncia se mantiene que estuvo "más de cinco horas infartado por un ictus cerebral sin que nadie se hubiera dado cuenta, ni se le prestara ninguna atención médica o se controlara adecuadamente".

Por la gravedad del cuadro médico le tuvieron que trasladar al Hospital Carlos Haya donde fue intervenido de urgencia, estando ahora mismo en situación crítica, en coma inducido a la espera de su evolución.

Para el letrado que representa a la familia estos hechos son constitutivos de un delito de imprudencia grave profesional médica y, a su parecer, "no ha existido un control adecuado ni supervisión de los pacientes en el Servicio de Urgencias del Servicio Andaluz de Salud".