Un ejemplo de derroche de agua es el baño de la Universidad de Zaragoza. Un joven se acerca al urinario cuando se accionan los seis a la vez, uno tras otro, al funcionar con un mismo sensor. Según el sindicato de estudiantes, así se malgastan unos 3.000 litros diarios de agua.

En Ibiza el agua subterránea es tan salada, que tres depuradoras son incapaces de limpiarla y toda esa agua va directamente al mar. No se puede utilizar ni siquiera para regadío.

"El agua una vez depurada, con un proceso de depuración correctísimo, aun así contiene tanta sal que no se puede reutilizar", ha señalado Joana María Garau, directora general de Recursos Hídricos.

Es el problema que hace que en Málaga cada día se pierda el agua que consume medio millón de personas: las fugas en los conductos desde que se coge el agua en los embalses hasta que llega a nuestras casas.

Un informe de Greenpeace revela que España es ya el país más árido de Europa. Tenemos que cambiar el chip: dejar el grigo abierto cuando nos cepillamos los dientes malgasta 12 litros de agua.

Cada lavadora que ponemos supone otros 50 litros y la diferencia entre una ducha y un baño es abrumadora. En la peor sequía en España en 20 años, cada gota cuenta.