Destruidos en grandes cubículos. Así es el triste final de millones de huevos europeos cada día desde que saltó la alarma, destruidos en granjas que debían procesarlos para su venta. Daniel Rosario, portavoz de la Comisión Europea de Agricultura ha explicado que "las granjas clausuradas, contaminadas con Fipronil están en Bélgica, los Países Bajos, Alemania y Francia".

Laboratorios de media Europa le siguen la pista al venenoso pesticida en huevos y productos derivados: carnes, dulces, salsas, ensaladas o sandwiches... y la Comisión Europea ha convocado una cumbre especial de Sanidad, Agricultura y Alimentación "probablemente para el 26 de septiembre", han confirmado fuentes comunitarias.

La alerta la lanzó Bélgica a finales de julio, aunque lo habría detectado un mes antes. Todo habría empezado en los Países Bajos en noviembre de 2016, uno de los mayores exportadores ovoavícolas del mundo, que según los belgas no informó de la negligencia.

En las granjas sospechosas, se suceden las redadas y registros en las granjas sospechosas y han arrestado a al menos dos administradores de empresas holandesas implicadas en esta crisis sanitaria y alimentaria.