Laura Muñoz es una joven que, tras recibir un ascenso en su trabajo, decidió salir a celebrarlo a uno de los bares que se encuentran de camino a su casa, pero para su sorpresa el festejo no sería todo lo agradable que ella hubiera deseado. La joven por el único hecho de ser una mujer sola en un bar tuvo que aguantar cómo incluso el propio guardia de seguridad la acosaba. Una situación machista que viven millones de mujeres cada día y que Laura quiere erradicar de una vez en una sociedad que, aunque ha avanzado mucho, todavía le quedan grandes pasos por dar.

Por ello, ha escrito una carta reivindicativa llamada "Para los hombres que amo, sobre los hombres que me asustan", en la que explica el suceso. "Terminé sola en un bar, defendiéndome contra un guardia que tomó mi identificación mientras comentaba mi trasero y me preguntaba cosas amenazantes sobre mi vida sexual". Además, la joven destaca la importancia de que sean los propios hombres los que cambien su mentalidad y luchen también por terminar con este acoso que muchos ven como algo normal e, incluso, llegan a bromear sobre ello.

"Estuve en una fiesta en la que unos hombres se refirió a un estudio de grabación a prueba de ruido como 'la habitación de la violación'", lamenta Laura. "Algunas de esas bromas eran un poco chistosas, pero otras no. No creo que los hombres se den cuenta". "Así que hombres bien intencionados de mi vida, por favor consideren esto: No importa qué consiga o cuán segura me sienta, los guardias ya mencionados del mundo aún creerán que tienen el derecho a demandar mi tiempo y atención, incluso si quiero estar sola".

"Seguirán insistiendo en que yo sea cordial y alegre, incluso si me siento incómoda y atemorizada, seguirán comentando mi cuerpo y aludiendo a violencia sexual y calificándome de 'rígida' si no recibo sus comentarios con humor. Seguirán escogiendo el reforzar su dominación con el recuerdo de que podrían herirme si quisieran y que, de alguna manera, debería estar agradecida de que no lo hagan", recalca la joven en la web 'Upworthy'.

"Humanos machos decentes, esto no es su culpa, pero tampoco es algo que no tenga nada que ver con ustedes. Consideren que mientras ustedes sólo están bromeando, una mujer puede estar haciendo un rápido cálculo mental para ver si va a tener que esconderse en un cubículo del baño y llamar a alguien por ayuda, como yo hice hace tres días", finaliza la carta.