El reto de Marcos no fue sólo aguantar 18 horas corriendo 120 kilómetros sin nadie que le acompañara en Islandia, sino superar el frío y rozaduras que ni él mismo sabe cómo pudo aguantar.

Su reto fue, sobre todo, concienciar sobre la donación de médula y recordar a su padre fallecido en 2014 a causa de una leucemia. "En todas las competiciones que yo había estado siempre iba con el foco de atención en la persona que tenía delante o en el que me iba siguiendo detrás y en esta situación era totalmente volver a las raíces que mi padre me enseñó, que era disfrutar del deporte", cuenta Marcos.

Campañas como esta o como la de Pablo Ráez ponen su granito de arena para aumentar cada vez más el número de donantes de médula en España, consiguiendo que nuestro país se convierta en un referente mundial al haber alcanzado la cifra de 340.000.

"Los datos son espectaculares porque se ha producido un incremento de un 216% del número de donantes desde que se inició el Plan Nacional de Médula Ósea", explica Beatriz Domínguez-Gil, directora general de la ONT.

Antes de su implantación en 2013, había 8.000 donantes al año. Ahora son 8.000 al mes. Un compromiso que salva vidas.