Burger King ha tomado una decisión drástica en cuanto a la carne de pollo que servirá en sus restaurantes de comida rápida a partir de 2024: dejará de comprar pollos que provengan de granjas en las que se maltrate a los animales y en las que se les provoque estrés para engordar rápidamente y multiplicar la producción.

La cadena de hamburgueserías se une a este modo de hacer negocio al que otras cadenas como Starbucks ya se habían sumado. Así, la cadena cumplirá las normas propuestas por el Global Animal Partnership en defensa de los animales.

De hecho, los pollos son el animal que más maltrato sufre en el sector cárnico y ahora se da un paso más en la concienciación acerca de las atrocidades que se producen en algunas granjas.