El entierro de Genarín, una tradición en homenaje a un borracho que murió atropellado por el camión de la basura el jueves santo del año 1929. Sus devotos lo recuerdan cada año, leyendo poemas orujo en mano en su honor.

En 1957 el régimen franquista prohibió la celebración de la procesión, que no pudo organizarse durante 17 años.