El suceso ocurrió cuando una pareja decidió acercarse a contemplar la costa donostiarra desde uno de los lugares más bellos de la capital guipuzcoana, el Peine del Viento, el conjunto escultórico de Eduardo Chillida.

Una vez que termina el paseo que lleva el nombre del artista vasco se abre frente al mar la plaza diseñada por el arquitecto Luis Peña Ganchegui, construida en rugoso granito rosado, material empleado también para los sumideros.

Por uno de ellos se coló un billete de 50 euros de la pareja, que la chica optó por coger con su propia mano ante la imposibilidad de conseguirlo por otros medios.

La mano pasó bien por el hueco, pero las pulseras que llevaba en la muñeca impidieron que saliera de la misma forma, pese a muchos intentos.

Finalmente, un equipo de bomberos tuvo que acudir en su auxilio, aunque la operación no se presentó fácil, ya que trabajaron durante hora y media hasta conseguir liberar a esta joven vizcaína.

Tuvieron que cortar la rejilla de granito por las partes unidas con cemento y con ello lograron que la mujer pudiera extraer la mano, pero ya sin pulseras.

La chica no se mostró nerviosa, aunque al final "a base de ruido y golpes se fue agobiando un poco", según ha relatado uno de los bomberos que participó en la operación. "Pero fue una víctima ejemplar", ha afirmado.