"¿Estás en una cita que no va bien? ¿Sientes que no estás en un situación segura?". Son algunas de las preguntas subrayadas en rojo de este cartel colocado en los bares de Lincolnshire (Reino Unido). Para aquellas mujeres que se vean reflejadas en estas preguntas, el cartel tiene la respuesta: "Si preguntas por Angela a los camareros ellos sabrán que necesitas algún tipo de ayuda para salir de esa situación y llamarán a un taxi o te ayudarán de forma discreta sin montar ningún tipo de escándalo".

Cartel contra el acoso

Esta campaña, llamada "I am Angela", ha inspirado en los dos últimos años a diversos bares de otros países para adoptar sus propias iniciativas. La idea básica consiste en decir una palabra clave al personal de la barra para denunciar una situación de acoso. Cada bar tienen su propio código secreto, normalmente el nombre de una bebida inexistente, que se comunica a las clientas por medio de carteles en el baño.

“¿Estás en una cita, no es lo que esperabas, te sientes insegura o expuesta, alguien a tu alrededor te está incomodando?… Acércate a la barra y pide 'Medio mundo'”. Esta frase se puede leer en un cartel colocado en el baño de mujeres de un bar de Tijuana, Baja California.

Cartel

El restaurante portugués The Iberian Rooster eligió el nombre de “Angel shot” para la supuesta bebida que en realidad sirve como llamado de auxilio; se puede pedir sencillo, con hielo o con lima dependiendo de la situación. Cuando es sencillo significa que la mujer necesita ser acompañada a su automóvil, con hielo solicita un taxi, pero si se pide la bebida con lima es una señal para llamar a la policía.

Cartel

En Argentina, la ONG Mujeres en Red ha impulsado esta iniciativa en diversos locales desde el pasado año. Por ejemplo, en el baño de mujeres de JJ Circuito Cultural cuelga un cartel con este mensaje: "Estás en una cita y no es lo que esperabas? ¿Estás insegura, expuesta o incómoda? Acércate a la barra y pedí XXX. Nuestro personal está capacitado para ayudarte y garantizar que vuelvas a tu casa segura". El nombre es el de una bebida que en ese local no se vende, y va cambiando cada cierto tiempo para evitar que la señal de alerta sea mal utilizada.

El protocolo de actuación de este local es muy similar al del resto: llevar a la mujer a un cuarto seguro, y ofrecerle esperar a que se retire el agresor, acompañarla a tomar un taxi o llamar a la Policía. ¿Conoces algún local en España que haga lo mismo?