Aprovechando las colas en Aeropuerto de El Prat por la huelga, miembros de la Asamblea Nacional Catalana han repartido pasquines en catalán, castellano e inglés en los que defienden el referéndum para evitar estas situaciones que, a su juicio, están provocadas por el Estado español. "Esto es estúpido. Es hilar muy fino. Yo soy independentista, pero esto...", critica una pasajera afectada por la situación.

Un conflicto laboral convertido en batalla política entre la Generalitat, encargada de la mediación empresa-trabajadores, y el Gobierno central, que fue quien licitó el contrato a Eulen. "Si en vez de perseguir la urnas, se dedicaran a perseguir sus incompetencias para que el aeropuerto funcionara...", considera el conseller de la Presidencia Jordi Turull.

Por su parte, Julio Gómez-Pomar, secretario de Estado de Infraestructuras, responde: "Si se produce una mediación quien es competente es la Generalitat de Cataluña. Esto no significa que en el Gobierno no estemos plenamente implicados". Mientras, siguen las aglomeraciones en El Prat, con colas de hasta una hora: "Esto es indignante, es un sabotaje", protestan los pasajeros.

Los paros de una hora continuarán hasta el domingo. El día 14 pasarán a formar una huelga de 24 horas, aunque el acuerdo podría llegar antes. "Parece que estamos a mitad de camino y habrá acuerdo", asegura Juan Carlos Giménez, asesor del Comité Huelga. El principal escollo en la negociación está en la reclamación salarial. La empresa ofrece una subida de 155 euros, menos de la mitad de los 350 euros que piden los empleados.