La próxima madrugada del sábado a las tres, serán las tres en las Islas Baleares, o al menos es lo que pretenden con una declaración institucional cuya intención es mantener el horario de verano.

Todas las fuerzas políticas del Parlament Balear se han sumado a la petición. "España entera, la del territorio nacional, está en un horario que no la corresponde y nosotros nos vemos más afectados porque estamos más al este", manifiesta el popular Álvaro Gijón. Por su parte, Patricia Font, de Més per Menorca, asegura que "es muy importante llevar este debate al plano social".

Con el cambio horario, el próximo domingo la luz del sol desaparecerá en las islas a las 17:55, en Madrid anochecerá a las 18:20 y en A Coruña, a las 18. 35, lo que supone unos 40 minutos de diferencia.

Los ciudadanos creen que el hecho de que se alargue el día puede ser bueno para el comercio y el turismo, además dicen que tener una hora más de luz se agradece en todos los sentidos.

Defienden que los sectores más afectados con el cambio horario son el turismo y la hostelería, pero también los comercios. Desde un establecimiento aseguran que les afecta "por el tema de las terrazas, el hecho de que oscurezca antes o más tarde influye en el flujo de clientela".

Pero todo esto se quedará en papel mojado a no ser que la propuesta sea a nivel nacional y se apruebe en el congreso. Desde el gobierno recuerdan que es una medida obligatoria para los países de la unión europea, con la que, aseguran, ahorramos un 5% de energía, lo que equivale a 300 millones de euros.