El juicio contra los cinco acusados quedó visto para sentencia el pasado 28 de noviembre y, aunque inicialmente se había barajado como posible fecha para la resolución el pasado mes de febrero, será este jueves cuando se conozca.

Los miembros de 'La manada' se enfrentan a penas de cárcel que superan los veinte años por delitos de agresión sexual, contra la intimidad y robo con intimidación. En concreto, el Ministerio fiscal pidió para ellos 22 años y 10 meses de prisión; la acusación particular reclamó 24 años y nueve meses, y las acusaciones populares elevaron esta petición a los 25 años y nueve meses de prisión. Las defensas, por su parte, pidieron la absolución de los cinco acusados.

El pasado mes de diciembre, el tribunal rechazó la puesta en libertad de los cinco acusados, después de que, una vez el juicio quedara visto para sentencia, la defensa de uno de los acusados hiciera una petición para su puesta en libertad. El resto de defensas se adhirieron a esta petición y las acusaciones se opusieron.

El tribunal decidió que los cinco acusados siguieran en prisión a la espera de que se dictara la sentencia. No obstante, esa decisión no fue unánime, dado que no contó con el respaldo de uno de los tres magistrados que componen el tribunal.

Los cinco acusados se encuentran en prisión desde que fueran detenidos como presuntos autores de los hechos, que tuvieron lugar el 7 de julio de 2016. Los jóvenes andaluces se desplazaron a Pamplona coincidiendo con la celebración de los Sanfermines y conocieron en la noche del 6 al 7 de julio a la joven madrileña que denunció los hechos.

La supuesta violación grupal ocurrió de madrugada en un portal de la calle Paulino Caballero. Los cinco acusados fueron detenidos horas más tarde, después del encierro, por agentes de la Policía Foral. El juez de instrucción decretó su ingreso en prisión, donde han permanecido desde entonces los cinco acusados, que han visto rechazados todos sus recursos para reclamar su puesta en libertad.

La sesión de lectura del fallo será en audiencia pública, al igual que lo fueron las dos últimas jornadas del juicio, en las que las partes presentaron sus informes finales y se completó el aforo de la sala.

Por contra, el resto del juicio se desarrolló a puerta cerrada para proteger "el derecho fundamental a la intimidad" de la denunciante, así como para salvaguardar a ella y a los cinco acusados de una "indeseada e indeseable exposición pública aireando aspectos relativos a su intimidad corporal y vida sexual" que pertenecen a la esfera personal.