Y lo han hecho con actos de protesta como el que se ha vivido en la Parroquia de San Carlos Borromeo, en Madrid. Recreando una 'cuerda de presos', han representado el trato denigrante e inhumano que reciben los inmigrantes sin papeles. También han utilizado nueve ataúdes, uno por cada CIE abierto en España, solicitando el cierre de cada uno de estos Centros de Internamiento de Extranjeros, ya que dicen que las cárceles racistas tienen que desaparecer.

Una de estas cárceles es la ubicada en el barrio madrileño de Aluche. Tiene una capacidad de 280 plazas y en 2012, según un informe de Pueblos Unidos unas 3060 personas estuvieron allí recluidas. En diciembre de 2011 Samba Martine muere tras pasar por allí. Las organizaciones sociales denuncian que llegó enferma, que pidió asistencia y que no se le atendió debidamente.

En Barcelona también hay un Centros de Internamiento de Extranjeros, exactamente en la zona Franca. Con 240 plazas es otro de los CIEs más grandes de nuestro país. Las ONG denuncian que entre sus paredes se han producido 3 muertes, la última, la del guineano Ibrahim Sissé en enero de 2012.

Pero además existen CIEs en Murcia, Valencia, Algeciras y en Canarias. Las condiciones de todos son muy parecidas. Hacinamiento en habitaciones, que permanecen cerradas por las noches, retirada de móviles, difícil acceso a una defensa jurídica y escasa atención médica.

Un total de 11.325 extranjeros pasaron por alguno de los ocho CIEs el año pasado. En el de Barcelona unos 1.933 inmigrantes, en Madrid 3.023, Málaga 190, Murcia 1.300, Valencia 1.205, Las Palmas 272 y Tenerife 140.

El gobierno prepara un anteproyecto de Real Decreto para aprobar un reglamento de funcionamiento de los CIEs pero las ONG no están contentas con lo que plantea, ya que el carácter represivo de los Centros de Internamiento de Extranjeros no disminuirá, sino que se mantendrá.