Una fotografía muestra a Noelia de Mingo volviendo al Hospital Psiquiátrico Penitenciario en el que está internada después de pasar el día fuera. Desde hace meses el día a día de Noelia de Mingo es el siguiente: a primera hora de la mañana toma el autobús para acudir a la escuela de idiomas de Alicante para recibir clases de inglés, después come, pasa la tarde con su familia y regresa a las 20:00 horas de la tarde para dormir en su celda.

En ninguna de sus salidas ni de los permisos de hasta tres meses con los que ha contado ha tenido ningún problema relacionado con la esquizofrenia paranoide que padece. La Fiscalía y los médicos que la tratan están a favor de su puesta en libertad. Sin embargo los familiares de las víctimas tienen miedo de que sufra una recaída.


"No queremos que nadie vuelva a pasar ni por un 10% de lo que hemos pasado nosotros, pero no sólo nosotros, la propia familia y la enferma mental", explica Luis Vallés, padre de una de las víctimas.

El abogado de las víctimas quiere que antes de quedar en libertad Noelia de Mingo sea valorada por los mismos psiquiatras que la trataron después de que matara a tres personas y que tanto ella como su madre, que tendrá la custodia, declaren ante el juez.

Los psiquiatras insisten en que seguir el tratamiento es fundamental para no sufrir recaídas en los enfermos de esquizofrenia paranoide. La decisión final sobre la puesta en libertad de Noelia de Mingo la tiene la Audiencia Provincial de Madrid.