La Guardia Civil detuvo a 102 pedófilos, productores y acosadores de menores en la mayor operación contra la pornografía infantil que ha habido en España. Algunos llegaron a abusar de sus propios hijos. Es el caso de un hombre que grababa y abusaba de su hija de cinco años.

Una bestia que escribía con mimo un diario en el que reflejaba las atrocidades que cometía: "Me arrepiento de lo que hice, la quiero demasiado, es mi querida hija, no lo haré nunca más".


El arrepentimiento le duraba poco. Semanas después volvía a abusar de ella, en esta ocasión buscando una excusa: “Tenía un negativo en el cole, pintó con bolígrafo la camisa de Paula".

Muchos buscan seguir en contacto con menores. De hecho, 746 hombres lo han intentado en el último año. Solicitaron el certificado de delitos sexuales, imprescindible para trabajar con niños.

La Guardia Civil controla a los pederastas con un programa que les permite identificar en tiempo real el ordenador desde el que se está descargando material pedófilo, el número de archivos, el país e incluso el municipio. "Localizamos a los usuarios más activos", explica un agente.

Las alarmas saltan cuando un usuario aumenta el número de descargas. En ese momento se pide una orden de registro. La Guardia Civil suele encontrar manuales del pedófilo en la casa de los productores de pornografía infantil: es una prueba clave para poderlos imputar por este delito.


El año pasado la Guardia Civil detuvo a 132 pederastas. Monstruos fichados que pasan a engordar la lista del registro central de delincuentes sexuales.