El cementerio de neumáticos de Seseña, situado en la frontera entre Madrid y Toledo, alberga con 90 toneladas de material que puede resultar tóxico si arde, como ha ocurrido durante la noche del 13 de mayo. Se trata de una amenaza no sólo para el medio ambiente, sino también para los ciudadanos.

La nube tóxica provocada por el espectacular incendio del vertedero ha obligado a suspender las clases en los colegios cercanos y ha activado el nivel 1 de alerta por la nube de humo. Además, puede afectar a toda la ciudad.

Según denunciaba Dronlegal, que consiguió espectaculares imágenes de este vertedero de Seseña, la valla que acota el perímetro estaba tumbada, facilitando cualquier amenaza.

Los ecologistas ya denunciaron la quema masiva de neumáticos en el cementerio de neumáticos, uno de los mayores problemas medioambientales del país. De la primera rueda a la última han pasado 11 años, se han reproducido sin límite hasta llegar a los cinco millones.

La Comunidad de Madrid, Castilla la Mancha, y el ayuntamiento de Seseña, impulsaron un proyecto para eliminar los neumáticos. Según explicaba Carlos Velázquez, alcalde de Seseña, la iniciativa tiene "una parte de reciclaje y una parte de valorización energética, como combustible".

sin embargo, a los ecologistas no les convence, piden más información y apuestan por reciclar el 100%. Vicente García, de 'Ecologistas Valdemoro', "la solución no es quemar los neumáticos, es reciclar".

El objetivo del plan eliminar unas mil toneladas de ruedas usadas al mes. A ese ritmo, serían 12.000 al año, así que los trabajos podrían alargarse hasta siete años y medio.

Cifuentes dio un mes de plazo para que desaparecieran los 90.000 neumáticos de Seseña en septiembre de 2015, pero el plazo no se ha cumplido.