Intentó aparentar que había sido un accidente durante la preparación de un sándwich, así quiso un ciudadano británico librarse de la condena de asesinato de su mujer, según publica The Sun. Sin embargo, las pruebas demostraron que acabó brutalmente con su vida.

Un bróker de 40 años mató a su mujer rociándola con disolvente y prendiéndole fuego. Después salió a pasear a su perro y cuando regresó al lugar del crimen puso una sartén en el fuego para intentar crear una coartada.

Ahora, ha sido declarado culpable de asesinato y, aunque la familia de la víctima no encuentra consuelo alguno, espera que "se pudra en la cárcel".