Todavía emocionada tras enterrar por fin a su padre, Ascensión Mendieta se ha despertado feliz. En ARV ha dicho que está "muy contenta" porque han hecho "un entierro justo como debe ser el de cada persona".

Timoteo, su padre, sindicalista, fue asesinado en noviembre del 39, casi 78 años de lucha incansable que han dado su fruto, pero en el capítulo de agradecimientos no está el Gobierno. "Al Gobierno de España le diría que no se han preocupado de nada de nada, sólo de decir que lo hacíamos por dinero; a ellos no les puedo decir gracias", ha afirmado en ARV.

Ignorados por ellos, Ascensión, nonagenaria, encontró apoyo en la Justicia argentina, y hasta allí que se fue: "Fuimos a Argentina, allí la juez se portó muy bien. Vine con mucha esperanza, pero hemos tardado tanto tiempo...".

Con sus propios medios económicos, y con ayuda de donaciones particulares consiguieron localizar los huesos de su padre. Ahora, su mayor deseo es que otras familias como la suya "tengan suerte" como han tenido ellos para que también puedan, algún día, descansar tranquilas.